La rehabilitación neurológica adulto tiene su fundamento en poder lograr la mayor autonomía posible después de presentarse las secuelas de enfermedades o accidentes cerebrovasculares (ACV).
En la neurorehabilitación física adulta no solo se trata de recuperar la fuerza en el cuerpo, sino de enseñarle al cerebro a funcionar de una manera diferente para recuperar la independencia y la calidad de vida. Es una especie de "reprogramación" para que la persona pueda volver a hacer lo que más le gusta y ser lo más autónoma posible.